Glamping en Lima: así nace un refugio de ensueño

Transformamos un terreno vacío en el campo de Asia (Lima, Perú) en dos glampings llenos de encanto y color perfectos para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Encanto y Madrigal nacieron como nuestro escape personal, y ahora los compartimos con viajeros en búsqueda de alquileres especiales a través de Airbnb. En este post te cuento la historia detrás de estos refugios llenos de magia y estilo.

Una de las memorias más vívidas que tengo de mi niñez es los campamentos en la playa con mi familia. Solo necesitábamos unas cuantas carpas para “mudarnos a la naturaleza”, a veces por semanas, y crear momentos inolvidables. Pese a no ser muy dada a las actividades al aire libre, me doy cuenta ahora que esa sensación de dejar la ciudad, poder realmente ver las estrellas y reconectar con la naturaleza al lado de personas queridas me hacía muy feliz.

Hace 3 años, a mi esposo André y a mí se nos presentó la oportunidad de crear algo único en el campo de Asia, justo muy cerca a donde acampaba de niña en Puerto Viejo y se sintió como una señal. Cuando conocimos el terreno, lo único que había era mucha tierra y 6 eucaliptos pequeñitos pero nos enamoramos de su potencial. Estando solo a 70 minutos de Lima y en una zona tranquila entre el campo y la playa pero aún dentro de un condominio seguro, nos pareció el lugar ideal para crear un refugio de glamping especial para nosotros.

Terreno de campo con tierra y plantas de fondo donde se construiría el glamping

Antes de comenzar a contarte todo, si nunca habías escuchado de la palabra “glamping”, te cuento rapidito. El término es una fusión de las palabras “glamour” y “camping”, y es un creciente fenómeno global que combina la experiencia de acampar al aire libre con el lujo y las condiciones propias de los hoteles.​ ¿Te suena cool? ¡A nosotros nos encanta!

El proceso de construcción, desde cero con cariño

Es así que nos pusimos manos a la obra, literalmente. Íbamos con nuestros dos enanos cada fin de semana o feriado disponible para avanzar lo que se pudiera mientras acampábamos sin luz ni agua. André siempre ha amado construir cosas con sus manos, así que él estaba feliz con sus herramientas y piezas infinitas de madera. Por mi lado, me encantó poner mis skills de arquitecta y diseñadora a prueba y reconectar con mi plant lady interior plantando y cuidando cientos de plantas, aunque algunas me quisieran y otras no tanto jaja.

Plantando decenas de mioporos
Maia feliz explorando y comiendo tierra 😅

Fue desafiante construir la primera cocina y baño, pero André con ayuda de algunos maestros, pudieron cavar las zanjas, vaciar la losa, instalar todas las conexiones y levantar paredes y techos en unos pocos días. Ahora sí, las comodidades ya eran otras 🙂 

Para los dormitorios, desde un inicio pensamos en carpas. Queríamos que tengan ese feeling especial de camping, de dormir bajo las estrellas, de rodearte de la naturaleza más íntimamente. Para mí, uno de los puntos más emocionantes de todo el proceso fue cuando llegó la primera carpa y la armamos los cuatro juntos en familia. Tuvimos que hacerlo rápido para que no nos gane la noche, pero lo que más recuerdo fue el sentimiento de asombro mezclado con logro y felicidad al abrir el cierre y meternos por primera vez, ¡era gigante!

De refugio familiar a glamping único en Airbnb

En el camino, surgió la idea de crear dos espacios con personalidades y características únicas. Cuando llegó el momento de darles vida con los detalles, no podía con la emoción en cada paso: desde elegir diferentes colores de pintura, hasta reutilizar accesorios de nuestras antiguas tiendas de Dulce Compañía, complementándolos con pequeños toques que ayudaron a dar forma a estos rincones mágicos.

Aunque fueron pensados como hogares personales para la familia, con el tiempo, nos dimos cuenta que podían ofrecer algo especial a más personas que, como nosotros, buscaban un lugar con un toque único para descansar y recargar energías. Así que, la idea de compartirlos a través de Airbnb empezó a tomar forma.

Tomó algunas semanas pero para el final de la construcción, ya teníamos creadas las descripciones y hasta nombres propios de cada uno: Encanto y Madrigal – glampings bonitos. Puede que te estés preguntando cómo se los pusimos. La verdad es que ambos tienen una historia especial para nosotros. Mi mamá suele llamar “conejines” a mi familia, y cuando estábamos diseñando este lugar en medio de la naturaleza, nos sugirió el nombre ‘Madriguera’. Aunque nos encantaba la idea, no era fácil de recordar hasta que salió Madrigal, inspirado en la película de Disney que habla de una familia unida, llena de color y con un hogar lleno de magia. Para el otro espacio, pensé en qué lo hacía especial y me di cuenta de que simplemente era encantador jeje. Así nació Encanto.

Encanto, elegancia rústica en tonos neutros

Un rincón de elegancia simple y acogedora, donde menos es más. André y yo queríamos crear un espacio que transmitiera tranquilidad, y lo logramos con una paleta minimalista en blanco y negro, complementada con mucha vegetación y materiales rústicos como madera y bambú.

Aquí cada detalle fue pensado para disfrutar de la naturaleza sin renunciar al confort. La carpa de glamping para cuatro personas es el corazón del lugar, un espacio donde la comodidad y lo rústico se encuentran. La cocina abierta y el baño completo ofrecen todo lo necesario sin perder el encanto de estar en medio del paisaje.

La terraza con comedor es el lugar perfecto para compartir una tarde tranquila, y la piscina, rodeada de vegetación, ofrece un escape refrescante para los días cálidos. Finalmente, el mirador elevado es ideal para aquellos momentos de quietud: ya sea que quieras leer, meditar o simplemente disfrutar de vistas inolvidables del atardecer. Es el lugar perfecto para desconectar de la ciudad, respirar profundo y dejar que la serenidad del entorno te envuelva.

Madrigal, un oasis de color y alegría

Mientras que en Encanto buscamos la serenidad, en Madrigal quisimos que cada rincón te hiciera sonreír. Los tonos pasteles —rosa suave, menta, lavanda— llenan de vida las paredes, los muebles y hasta los detalles más pequeños, creando una atmósfera luminosa, divertida y llena de personalidad en medio de la naturaleza.

La carpa de glamping para cuatro personas es una guarida acogedora que combina confort y estilo. La cocina y comedor elevados ofrecen la oportunidad de disfrutar de tus comidas mientras te mantienes conectado con el entorno sintiendo la brisa fresca. La zona de fogata con caja de arena invita a largas noches de conversación y diversión en torno al fuego. La sala exterior es el lugar perfecto para relajarte, y el baño, combina lo funcional con lo rústico. Además, el playhouse para los más pequeños (donde también pueden dormir 2 niños adicionales con un par de colchones inflables) y la pequeña piscina son toques que hacen de este espacio un verdadero oasis de diversión y tranquilidad.

Como verás, aquí lo natural y rústico se mezcla con lo creativo. El diseño invita a alejarte del día a día, pero también a inspirarte. Es un lugar pensado para quienes disfrutan del color y la frescura, perfecto para quienes buscan algo diferente. Madrigal es un homenaje a la alegría de vivir bonito.

Escogiendo tu lugar ideal

Si tuviera que recomendarte uno, Encanto sería la elección perfecta si buscas serenidad y simplicidad, ideal para aquellos que prefieren un entorno más íntimo. Por otro lado, Madrigal es ideal para quienes buscan alegría, color y un ambiente vibrante, perfecto para disfrutar en familia o con amigos. Si vienes con más personas, ¿por qué no considerar ambos? Así, cada grupo puede tener su propio espacio privado, pero aún disfrutar de momentos juntos en las áreas sociales.

Aunque ambos glampings están un poco alejados de la carretera a pie, se encuentran rodeados de experiencias maravillosas a solo unos minutos en auto. Puedes disfrutar de un relajante paseo a la playa de Bujama en solo 7 minutos en carro, saborear un delicioso almuerzo en el Buen Horno o cevicherías locales también a la misma distancia, o aventurarte al Boulevard de Asia, donde encontrarás una gran variedad de entretenimiento y opciones gastronómicas, a solo 10 minutos de distancia. Además, los alrededores son perfectos para realizar caminatas, donde podrás explorar la belleza natural de la zona y conectar con el entorno.


Crear estos acogedores espacios ha sido un viaje lleno de dedicación y cariño. Hemos vivido momentos hermosos en ellos y nos emociona ahora compartirlos con quienes buscan también escapar de la rutina, disfrutar de la naturaleza y crear recuerdos especiales como en esos felices campamentos de mi niñez.

Si sientes que es momento de desconectar de la ciudad y reconectar contigo mismo, tu pareja o tu familia, te invitamos a que visites Encanto y Madrigal en Airbnb y reserves unos días para que vivas esta experiencia única y memorable.

déjame un comentario

2 comentarios

  1. 1.13.25
    Priscila Gonzales said:

    Me encanta

    • 1.14.25
      Daniella Ley Suazo said:

      Ohh gracias Priscila! 🙂